top of page

¿Por qué algunos cristianos toman vino sin problemas y otros dicen que es pecado?


En algunos círculos cristianos el vino es visto como si fuera «la bebida del diablo», y en otros es simplemente una bebida más para acompañar las comidas. ¿Por qué esa diferencia?.

Comencemos con aquello en lo que sí están de acuerdo todos los círculos cristianos: emborracharse es algo claramente malo. El apóstol Pablo nos advierte: «No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.» (Efesios 5.18) Y no sólo lo dice la Biblia. En la práctica es muy fácil darnos cuenta de que el exceso de alcohol es algo que entorpece los sentidos y descontrola la voluntad, y por ende no puede agradar a Dios, que nos llama a no ser esclavos de nada: «… ustedes han sido llamados a ser libres …» (Gálatas 5.13)

Claro que esto no soluciona la cuestión de por qué unos no tienen problema en tomar un poco de vino, y otros no se animarían ni a probarlo. Así que veamos esta situación desde tres aspectos distintos:

Desde un panorama bíblico: Los que no tienen problema en tomar vino se basan en que la Biblia no dice nunca que el vino sea algo malo, e incluso el mismo Jesús lo aprobó al convertir el agua en vino en una boda, y al escoger una copa de vino como símbolo de su sangre para que recordemos su sacrificio en la cruz. Por otro lado, algunos de los que lo prohíben argumentan que cuando la Biblia menciona «el fruto de la vid» no necesariamente está hablando de vino sino de jugo de uva. Pero digo «algunos» porque no todos los que lo prohíben dicen eso. Otros sostienen que el vicio puede empezar con tomar una copa, entonces mejor ni probarlo. Y otros consideran que si el vino le es ocasión de caer a algunos, entonces es mejor prohibirlo para todos.

Desde un panorama sociológico: La Iglesia siempre ha reaccionado ante los problemas en la sociedad que la rodea, limitando el uso de aquellas cosas de las cuales la sociedad abusa. Es decir, si en el ámbito en que se encuentra una iglesia hay muchos problemas de alcoholismo, entonces parece sensato marcar una diferencia e ir a lo seguro. Incluso en muchas iglesias se reemplaza el vino de la Santa Cena por jugo de uva por si entre los presentes hubiera un alcohólico recuperado (recuerda que se supone que ellos no prueben ni una gota de alcohol, para que no les vuelva el deseo de tomar).

Desde un panorama medico: Debes saber que el alcohol en moderación no hace mal al cuerpo (incluso resulta beneficioso para la salud) ni produce adicción (y esto lo diferencia sustancialmente del tabaco y de las drogas). Por ejemplo, los médicos dicen que tomar una copa de vino por día con la comida ayuda a la digestión y a la circulación (por supuesto, no los niños, ni las embarazadas).

¿Cuál es mi opinión personal? Yo disfruto mucho al beber un poco de vino cuando me como una buena carne asada. Y entiendo que la Biblia no prohíbe en ningún sitio el uso del vino con moderación. Lo que sí prohíbe es su abuso y la borrachera. (Y esto tiene sentido porque aunque el vino no es malo, sí lo es el tomar en exceso y como un vicio. Es algo parecido a la diferencia entre las riquezas y el amor a las riquezas.) Por lo tanto, pienso que un cristiano no hace mal si toma vino con moderación en las comidas, o en una fiesta, aunque respeto las otras opiniones.

Por otra parte, sí estoy de acuerdo en que hay que cuidarse de no ser piedra de tropiezo para otros hermanos. Esto se aplica tanto a la Santa Cena, como a las relaciones interpersonales. Es decir, si invito a mi casa a una familia que entiende que es mejor no tomar vino, no voy a ofrecerles vino con la cena, y si voy a la casa de alguien que toma, posiblemente tome una copa con ellos.



 

Tomado del libro 101 preguntas difíciles, 101 respuestas directas de Lucas Leys

206 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page